Las mujeres exigimos un Estado de Derecho basado en la no discriminación

Las Dignas, recordamos a los diputados y diputadas que nuestra constitución en el Artículo 3, expresa claramente que: "Todas las personas son iguales ante la ley. Para el goce de los derechos civiles no podrán establecerse restricciones que se basen en diferencias de nacionalidad, raza, sexo o religión".

Lo que obliga al Estado salvadoreño a garantizar el respeto irrestricto de los derechos de toda persona sin ningún tipo de diferenciación. Por lo tanto, todo tipo de normativa o política pública que no respete este principio esta fuera de nuestro orden constitucional.

A las mujeres nos preocupa, que las y los legisladores se dediquen a impulsar normas que discriminen a personas con opciones sexuales diferentes, pasando por alto el mandato de implementar políticas públicas qe garanticen el ejercicio de todos los derechos humanos. Y dejando en la impunidad hechos que atentan contra la población como es la violencia contra las mujeres, el abuso sexual.

EN TAL SENTIDO, A LOS DIPUTADOS Y DIPUTADAS, LES HACEMOS UN LLAMADO A GARANTIZAR:

* Que los derechos sexuales son derechos humanos reconocidos, la sexualidad de cada persona es parte de su vida cotidiana, la cual debe ser respetado por las demás personas e instituciones sociales y religiosas, y protegida por el Estado.

* Las relaciones afectivas sexuales, familiares y personales son derechos de toda persona independientemente de su orientación sexual.

* Que el Estado está obligado a elaborar leyes e implementar políticas públicas que garanticen el ejercicio de todos los derechos humanos.

* A las niñas y niños que son abusados sexualmente en sus casas y a las mujeres que sufren violencia de sus maridos, ya que el modelo de familia impuesto encubre y legítima esta violencia.

POR TANTO DEMANDAMOS A LOS DIPUTADOS Y DIPUTADAS:

1. No aprobar leyes y normas que atenten contra los derechos de las personas, independientemente de su orientación sexual, respetando el estado de derecho.

2. La laicidad del Estado y la no injerencia de ninguna iglesia basada en creencias, mitos y prejuicios contra los derechos de los y las ciudadanas. Porque el compromiso de un Estado laico es con el bienestar de la ciudadanía y no con las jerarquías religiosas.

3. Que las prácticas sexuales sean de hecho convertidas en derechos que todas y todos deben respetar y que el Estado debe proteger.